Mi historia empezó cuando vivía en el castillo de Satis, donde yo era la criada de la princesa Margarita, pero al llevarnos bien me enseñó a escribir y a leer.
En esos tiempos cuando vivía en el castillo yo estaba enamorada del príncipe Mocanís II, pero él le pidió la mano a la dama Martina.
Poco después de los esponsales, llegaron los turcos al pueblo, fueron tiempos muy oscuros y de mucho miedo.
Una noche los turcos entraron en el castillo, donde les esperaban todos los hombres de la corte y los campesinos con sus espadas, mientras las mujeres guardábamos silencio en las cámaras secretas del castillo. Los turcos nos encontraron y se nos llevaron a todas, incluyéndome a mí y a la princesa Margarita.
Llegamos a un bosque al que nosotras nunca habíamos ido y allí nos maltrataron, hasta que finalmente una noche se fueron, dejándonos allí, pero sabíamos que volverían, porque dejaron todas sus cosas en el campamento.
Muchas murieron de hambre y sed, por suerte yo me pude escapar, pero antes vi que volvían y mataban a la princesa.
Encontré una cueva y me escondí allí pero vi que había alguien más ahí dentro, una sombra oscura se iba acercándose a mí y vi que esa sombra se convertía en una figura alta y grande. Cuando ya estaba a dos metros de mí, me di cuenta que era el príncipe Mocanís II. Estaba herido en una pierna y mientras lo curaba, me estuvo explicando que su mujer fue asesinada por los turcos.
Él me dijo que cerca de la cueva había un pueblo y que yo fuera allí a empezar una nueva vida y que el iría a luchar para vengar a los suyos y una vez terminada la guerra volvería a buscarme.
Yo fui al pueblo y empecé una nueva vida en una casita, trabajando como costurera y estuve esperando al príncipe Mocanís II, pero él nunca llegó y desde ese día en la cueva lo sigo esperando.
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