La conozco desde que era pequeño, es guapa delgada, de estatura media, tiene los ojos marrones, el pelo rizado y negro. También es inteligente, culta y solidaria. No ha tenido una vida fácil, desde que la vieron preparando medicinas con hierbas para curar a niños enfermos o malheridos por la guerra. Ese mismo día que descubrieron esa habilidad, se la llevaron dos nobles caballeros del rey de Francia, estuvo ausente 3 meses aprox imadamente. Yo en esos meses no podía parar de pensar qué le deberían estar haciendo a mi pobre mujer.
Cuando llego de nuevo a casa, estaba mucho más delgada, triste y traumatizada; no salió de casa durante mucho tiempo porque tenía miedo de lo que le pudieran hacer, pero mis cuidados y atenciones la ayudaron a recuperarse. Al cabo del tiempo empezó a animarse a salir, eso sí, siempre acompañada de alguien conocido. A menudo íbamos a ver los juglares que iban de pueblo en pueblo, pero esta felicidad terminó el día en que los soldados de Rey se me llevaron, esta vez a mí, para luchar contra Turquía, desde que me fui ya no he vuelto a saber nada de mi amada esposa y de eso ya hace seis meses y seis meses hace que estoy aquí. Yo la única cosa que quiero es que acabe ya esta guerra y que pueda volver con María y formar una familia.
Ahora ya han pasado 7 meses desde que empezó esta guerra, he visto morir a miles de personas y esto no se lo recomiendo ni a mi peor enemigo, pero por otra parte estoy feliz ya que por fin me dejan volver a casa junto con mi mujer. Espero que todo siga como cuando marché…
No hay comentarios:
Publicar un comentario